El Cristo pesaba como mil kilos...

En el año 1948 se inicia en lo alto de la barda la construcción de la Ermita, en sus inicios un panteón policial para homenajear a los policías caídos en cumplimiento del deber.
El proyecto o idea original correspondía al comisario José María Fosatti y la ejecución de la obra estaba a cargo del personal policial con destino en La Adela.
El lugar se eligió por la forma que presenta la barda, los cimientos se realizaron sobre las rocas y a partir de allí se levantaron las paredes de 30 cm. de espesor. A partir de los 3 metros de altura y desde una loza reforzada se ubicó una imagen de Cristo, especialmente traída desde Buenos Aires. La misma se colocó con una grúa cuya pluma debió extenderse con tablones de lapacho.

Eliseo Martínez nació en Jacinto Aráuz, provincia de La Pampa, el 16 de Febrero de 1920. Trabajó seis años en la policía, y su testimonio es muy importante ya que él mismo fue uno de los obreros que participó en la construcción de tan importante monumento, símbolo de la fisonomía y el paisaje de la Comarca:

“...El promotor fue el comisario Fosatti, ese fue el de la iniciativa, yo había empezado como policía a principios de 1948, todos los que trabajábamos éramos del personal policial. El albañil a cargo de la construcción era Juan San Cristóbal, y los ayudantes éramos Gregorio Tapia, Atilio Reibure, Rodríguez y yo...ninguno de ellos vive, sólo quedo yo.
“...Trabajábamos ocho horas por día, en esos momentos no teníamos que cumplir trabajos en la comisaría...”
“...Las obras las empezamos en el 48, y se terminó en 1949, si no recuerdo mal fue inaugurada en Noviembre del 49...”

Don Eliseo continúa su relato con su voz suave, y del mismo pueden obtenerse datos que a la mayoría de quienes estamos acostumbrados a visitar el sitio se nos escapan, sólo perdura en la memoria de quienes lo conocieron hace algunos años:

“...El proyecto de Fosatti era hacer una capilla para recordar todos los que han muerto en cumplimiento del deber, adentro había una imagen de la Virgen María, y catorce fotos en homenaje a los caídos...tenían una pequeña leyenda en la que estaba también el nombre de quienes los habían matado, después eso se fue deteriorando...y con los años pasó a manos de la Iglesia...”
“...Todo se fue deteriorando... lo que pasa es que la gente es así, nunca falta un voluntario... incluso la imagen del Cristo y eso que pesaba como mil kilos ya que es de hormigón...tuvieron que ponerlo con una grúa...”
“...Al principio la Ermita tenía una puerta que miraba para el lado de la comisaría, después cuando pasó a manos de la Iglesia hicieron la puerta hacia el otro lado...”

Las primeras informaciones con respecto al tema fueron recogidas en la Municipalidad de La Adela, allí surgió el nombre de don Eliseo Martínez, quien constituye un privilegiado testigo del momento en que comienza a erigirse un Monumento tan característico para la localidad de La Adela y toda la Comarca.

Fragmentos de la entrevista realizada por Mónica Palau en el año 2007, en el marco del Proyecto de Rescate y Preservación del Patrimonio Local, del Instituto de Nivel Superior de Río Colorado.

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